10 claves para planificar tu novela
No importa el destino que das a tus ideas: presentarte a un certamen, buscar una editorial tradicional o apostar por la autoedición, piensa siempre con honestidad para que tu libro sea el mejor producto posible, y que además lo escribas con la mayor rentabilidad de esfuerzo y con garantías de que el resultado sea lo que has planificado. En Rubric te damos ahora unas pautas a la hora de adentrarte en la escritura de una novela. Estas son las 10 claves para planificar tu novela.
Piensa mucho en tu idea antes de lanzarte a escribir una novela
1). Nunca quieras escribir una novela como imposición o por ningún condicionamiento fuera de lo estrictamente literario. Por ejemplo, porque es lo que da más fama, más prestigio, por ganar un premio importante, porque es lo que más vende… Si escribes una novela, es porque tienes una idea para novela y sientes la necesidad de transmitir una historia con un desarrollo extenso. Y porque esa historia “te llama” y te incita a ser escrita, y a que seas tú quien la escribas.
2). Toda idea literaria parte de una idea inicial que es mínima: un hecho, una pregunta, una asociación, un personaje… A veces esa idea no es lo suficiente consistente como para que de ella salga una novela. Valora esto antes de ponerte a llenar folios: ¿de verdad tengo una idea apropiada para desarrollar una obra narrativa extensa?
3). Una vez que tengas claro que tu idea es de novela, piensa mucho en ella y dale todas las vueltas posibles para obtener de ella todo su rendimiento. Una idea poco trabajada en la mente suele llevar a un camino sin continuidad. Y también, además, madurando la idea es cuando tendrás la seguridad de que tienes entre manos una novela.
Adquiere el hábito de primero estructurar y establecer una relación de personajes
4). Desarrolla la estructura en un papel, no la dejes en tu cabeza. Ver la historia reflejada en un papel nos permite visualizarla mejor en toda su amplitud y permite tener un mayor control sobre ella. Acostúmbrate a escribir una relación de hechos principales, que luego podrás ir aumentando o modificando, y a incluir en esa lista los detalles más relevantes. Hacer esto le dará más rentabilidad a esa estructura y evitará que luego lleguen imprevistos y desagradables sorpresas por carencias, defectos, incongruencias…
5). Bien, ya tienes la idea y la estructura. Ahora valora el número de personajes que va a requerir tú historia y cuál es el papel de cada uno de ellos. Antes de comenzar a llenar páginas, determina el rasgo predominante en cada uno de los principales y crea fichas de ellos lo más completas posibles y las relaciones entre cada uno con los demás.
6). No limites el papel de tus personajes a los hechos determinantes de tu historia, sino que debes lograr que sean los personajes los que la construyan. La narrativa consiste en una sucesión de acciones y reacciones de quienes actúan, y esto evitará desde el primer momento que los personajes sean planos. Su riqueza y detalles son los que harán de tu novela una obra atractiva, intensa e interesante.
Con la primera novela es con la que más se aprende
7). A no ser que seas J. K. Rowling, Paul Auster o alguien muy famoso y reconocido, nunca, nunca, escribas una novela con un final inconcluso que se cerrará en un siguiente libro. Eso generará frustración en el lector, que lo más probable es que se sienta mal por verse obligado a comprar el siguiente libro (si es que se fuera a publicar). También hemos de pensar que será muy difícil que una editorial quiera vender una novela sin un final, y lo mismo pasará con un certamen. No hemos de confundir lo que es una trilogía o una saga, que tienen historias conclusivas y la continuidad se produce en los personajes o en algunas situaciones generales, y nunca dejando sin cerrar la trama que la sustenta.
8). Ahora sí, con la idea clara, con una estructura básica completa y tus personajes bien definidos, es cuando puedes comenzar a llenar páginas.
9). Como ya has definido ese camino por el que va a discurrir tu argumento, ahora completa un primer borrador sin fijarte nada más que en hechos y acciones. Mejor no te detengas en detalles ni te pares a corregir una y otra vez lo ya escrito, porque eso te agotará y te frustrará porque verás que no avanzas.
10). Y una vez completado el primer borrador, ahora sí es momento de releer para cuidar los detalles, retocar, ampliar o quitar, corregir y hacerlo muy bonito. Es cierto que algunos autores prefieren un primer borrador muy cuidado y casi ya terminado en todos los aspectos, pero esta forma de trabajar es mejor cuando ya se tiene oficio y no en la primera novela. De todos modos, cada uno tiene su sistema y escribe como más a gusto se siente. Disfruta en todas las partes del proceso, este verbo (disfrutar) sería el resumen de todos los puntos de este decálogo.
Y al terminar de escribir tu libro…: la autoedición es una opción.
Una vez que termines tu libro (da igual novela, relatos, poesía, ensayo…), será momento de decidir cómo publicarlo. Sobre todo para las primeras obras, es recomendable la autoedición, ya que la decisión solo depende de ti y evita la ansiedad de esperar la respuesta de una editorial tradicional o de un certamen. Sea como sea, tu trabajo habrá sido el mejor posible, porque nunca debemos olvidar que los destinatarios son siempre los lectores. Si valoras recurrir a la autoedición, contáctanos. En Rubric te vamos a dar el asesoramiento que necesites, como ya hemos hecho con muchos autores satisfechos que confían en nuestro trabajo. Te alegrarás de hacerlo.