Pequeña biografía que te interese destacar:
Nací en Madrid; con 18 meses contraje poliomielitis y eso hizo que toda la familia nos viniéramos a vivir a Valencia. Aquí sigo desde entonces. Tuve una vida corriente hasta que en el año 2007 aquella polio volvió a acordarse de mí y me retiró de la vida laboral. Fue cuando me puse a escribir.
En 2012 publiqué Despertar, mi primer libro de relatos, y organicé una compilación sobre el fin del mundo llamada Crónicas de la muerte dulce. He colaborado en diversas antologías: Umbral a la locura, Sueños en la mirada, Treinta hombres fascinantes de la historia de Valencia, etc. y he escrito artículos sobre integración en un diario digital de la Comunidad Valenciana. Además he tenido la fortuna de ganar algunos premios de relatos y microrrelatos.
En 2019 publiqué un nuevo libro de relatos Cometas cruzando el sol y saqué la segunda edición de mi novela, Sueños de escayola. El verano de Elisa ha supuesto concluir ese sueño.
¿Cómo definirías en un máximo de cinco líneas de qué trata tu libro y por qué deben comprarlo los lectores?
El verano de Elisa es una novela sobre las segundas oportunidades que a veces nos concede el destino. De personajes estigmatizados por la vida, marcados por el desencanto, la discapacidad y el maltrato, que buscan liberarse a través de una historia de amor surgida en la infancia y gestada en una trama de inquietud y suspense. Si te gustan las historias emocionantes que dejan huella, este es tu libro.
¿Cuál es el principal objetivo que te planteaste con la escritura de esta obra?
Mi idea siempre fue contar sobre la evolución de vida de gente que habitualmente no son siquiera personajes secundarios en la mayor parte de la novelas. Personas con discapacidad, afectadas de violencia de género o toda esa legión de perdedores que cada día deben sacar el orgullo necesario para reengancharse con ansia a la vida, con el mismo derecho a amar y ser amados.
¿Qué es para ti ser escritor/a? ¿Te cuesta utilizar esa palabra para definirte?
Lo emocionante para mí es poder transmitir mensajes o ideas a través de la palabra escrita, contar historias, crear personajes y dotarlos de vida propia, todo eso que es tan duro como maravilloso.
Sinceramente, cada vez me cuesta menos. Hace unos pocos años sí me producía cierto pudor definirme a mí mismo como escritor. De hecho nunca lo hacía. Para mí un escritor era alguien capaz de hacer magia con las palabras y yo conocía mis limitaciones. Luego, poco a poco, leyendo y escribiendo mucho, aprendiendo de tanta gente como escribe, de los consagrados y de los afines a mí, logré encontrar mi propio camino, sentirme conforme y a gusto con mi modo de narrar.
¿Qué ha sido lo más bonito y lo más difícil de todo el proceso de publicación de tu libro?
Lo más bonito fue el intenso juego de presente y memoria para coordinar toda la historia, hilvanar de modo coherente unos personajes que ya tuvieron su vida en una infancia literaria. Luego, la complicidad con el equipo de Rubric, revisiones, maquetación, portada, comprobar como la novela ganaba todavía más en calidad. Lo más difícil fue la propia decisión de publicar.
¿Les aconsejarías a otros escritores que se embarcaran en la aventura de la autoedición?
Les diría que nunca desechen la idea. Yo he sido uno de esos autores que, desgraciadamente, ha tenido que pasar por malas experiencias con editoriales de edición convencional en alguno de mis anteriores libros (también la he tenido muy agradable), por eso nunca descarté la autoedición desde que me planteé publicar este libro.
¿Cuál ha sido tu experiencia con Rubric?
Realmente satisfactoria. He tenido la oportunidad de conocer y trabajar con buenos profesionales, implicados en su trabajo, cumplidores y muy agradables. Todo el proceso de edición ha sido cómodo y sencillo.
¿Qué sentiste cuando tuviste el libro entre tus manos?
Ver el libro, tocar con las manos la historia que un día imaginé plasmada definitivamente en libro, fue algo muy emocionante, una maravillosa sensación de orgullo y felicidad; pero también de liberación, como de deber cumplido. Escribir una novela siempre requiere de mucho tesón y disciplina y poder tocar el resultado con los dedos, editado en papel, es realmente magnífico.
¿Algún consejo para escritores que están empezando?
Nunca me he sentido el más indicado para dar consejos. Quizá, porque me parece muy importante, sería recomendar que nunca abandonen si entienden que la idea que les ronda la cabeza es buena y creen en ella. Que sigan adelante y que escriban, que trabajen y le den forma, aunque a veces la historia les pese en las mismas pestañas. Al final siempre vale la pena.
Algo que desees añadir…
Pues…, les pediría a los posibles lectores que le den una oportunidad a esta obra. Creo sinceramente que es una historia que vale la pena, por lo que cuenta, remitiendo a los sentimientos más profundos de los seres humanos, porque sus páginas siempre apuestan por la superación de unos personajes diferentes y entrañables, de los que deciden no renunciar a la vida a pesar de que, de alguna u otra manera, la propia vida parece ponerse en su contra. Nunca hubo mejor bálsamo que el amor.
Transitar por las páginas de El verano de Elisa les hará indignarse y vibrar, les llevará a viajar por una Valencia diferente, emocionarse hasta la lágrima y removerse en el sillón inquietos por la tensión. No se arrepentirán.
Últimamente nos gusta cerrar nuestras entrevistas con una pequeña batería de frases que requieren una respuesta muy breve, ¡vamos a ello!
Tu principal fuente de inspiración es… Cualquiera que me genere una emoción.
Para llamar a las musas nada como… Llevarme la idea a la duermevela del sueño.
Tu lugar preferido para escribir… El ordenador fijo de mi cuarto.
¿Prefieres el día o la noche?, ¿el silencio o algún sonido de fondo? Me encantan las tardes. A veces también la noche.
Siempre con música, y no siempre suave o relajante.
¿Libro electrónico o libro en papel? Sobre todo papel. Aunque no le hago ascos al electrónico.
¿Alguna superstición? No soy supersticioso.
Un sueño como escritor/a… Que nunca me falte la idea de una buena historia que escribir.
Tu escritor/a favorito/a… Muchos: García Márquez, Delibes, Asimov, Stephen King…
Un personaje literario que te cautivara especialmente… Violeta, la protagonista de la novela Amanecer en Famara, de Antonio Andújar.
La novela que te hizo llorar… La Plaza del Diamante de Mercé Rodoreda.
Por último, nos gustaría conocerte un poquito mejor, ¿te animas a responder a nuestro apartado “muy personal”?
Tu comida favorita es… Huevo frito con patatas y paella
Serías capaz de insultar si… Ofenden a mis hijas.
Tu ciudad favorita es… Valencia, una ciudad que lo tiene todo y en las proporciones justas.
Lo que te hace más feliz… Saber que mi familia está bien; disfrutar de mi rutina y escribir; algún viaje de vez en cuando y un buen restaurante rodeado de mi gente.
Lo que más odias de este mundo… Que se humille o desprecie a las personas.
Una manía personal… Viajes a la despensa para atemperar los bloqueos.
¿De qué te disfrazarías en una fiesta de disfraces?... El mismo que la última vez: Groucho Marx.
Ahora mismo estás leyendo... Lágrimas sobre la acera, de Pepa Morató.
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