Pequeña biografía que te interese destacar:
Hispano-peruano, nacido en el Callao en 1973 y viviendo en España desde el 2002. Ingeniero Informático de profesión, melómano empedernido desde que tengo recuerdo y aficionado a la escritura desde la secundaria. Desde entonces he escrito algunos cuentos y en la década pasada mantuve un blog personal en el que además de publicar ejercicios literarios, reseñaba conciertos y hacía críticas de cine. He participado en talleres de escritura de forma presencial y on-line, y en cuanto el trabajo (o la jubilación) lo permita, preveo escribir un par de novelas que tengo en mente desde hace tiempo.
¿Cómo definirías en un máximo de cinco líneas de qué trata tu libro y por qué deben comprarlo los lectores?
Se trata de un anecdotario personal que está organizado a partir de canciones que inseparablemente están asociadas a distintos momentos de mi vida. Son historias que publiqué semana a semana en mis redes sociales, una por cada año de vida hasta que cumplí los 50. Creo que es un libro entretenido, fácil de leer y con mucho rock & roll. Más allá de mis familiares y amigos, me da que los amantes de la música sabrán disfrutarlo.
¿Cuál es el principal objetivo que te planteaste con la escritura de esta obra?
Tuve dos: el primero, recuperar mi afición por la escritura, la que tenía abandonada desde hace algunos años por motivos familiares y laborales. Y el segundo, dejar un recuerdo escrito de mi vida a mi hija, para que conozca las andanzas de su padre cuando le entre la curiosidad. Mis padres están ya fallecidos y a día de hoy siento que me quedé sin conocer una parte importante de sus vidas. Con este libro, mi hija tendrá algo más fácil encontrar respuestas a sus preguntas sobre mi existencia.
¿Qué es para ti ser escritor/a? ¿Te cuesta utilizar esa palabra para definirte?
Me cuesta definirme como escritor porque hoy en día me siento todavía como un aprendiz de escritor. Me gusta escribir, me gusta plasmar en palabras imágenes o situaciones que me permitan compartir sensaciones, afectos e historias, intentando con ellas emocionar a quienes me den la oportunidad de leerme o simplemente hacerles pasar una agradable lectura que les provoque, al menos, un poco de satisfacción.
¿Qué ha sido lo más bonito y lo más difícil de todo el proceso de publicación de tu libro?
Lo más bonito ha sido, con toda seguridad, el tener en mis manos ese primer ejemplar completo, como resultado de todo el proceso de revisión, maquetación y edición. Hacer realidad lo que hacía unos meses era solo un deseo, fue motivo de una alegre celebración. Lo difícil fueron las idas y venidas a la corrección de los textos, no tanto por el hecho de tomar nota de las observaciones y retocar lo necesario, si no por las ansias de que el proceso termine cuando antes para poder tener lista la versión final.
¿Les aconsejarías a otros escritores que se embarcaran en la aventura de la autoedición?
Totalmente. Creo que el sueño de todo escritor es el que sea publicado por una editorial de referencia, que le permita llegar a todo el público posible. Lograr ello implica una dedicación importante, más como una profesión que como un hobby. Y aun así, dando todo ese esfuerzo, el objetivo puede seguir estando lejos. La autoedición permite alcanzar una primera meta, más temprana, dando la posibilidad de ser reconocido en un círculo mayor a los tuyos, y quién sabe, si a partir de ello, facilitar la consecución de ese sueño original.
¿Cuál ha sido tu experiencia con Rubric?
Bastante buena, genial. Los encontré por Internet, cuando buscaba soluciones para autoeditar mi anecdotario. La página web me transmitió lo que cercioré después: cercanía, amabilidad, conocimiento y pasión por el trabajo bien hecho. Además, tenían sus oficinas a solo unas paradas en Metro de mi casa, con lo que compartíamos ese carácter vizcaíno para sacar todo adelante a partir de un simple “¡A qué no hay…!”.
¿Qué sentiste cuando tuviste el libro entre tus manos?
Alegría. Hacer tangible lo que hace solo unas semanas era una ilusión, me hizo sonreír hasta en mi interior y me llenó de mucho orgullo.
¿Algún consejo para escritores que están empezando?
Que nunca dejen de escribir. Cuando terminé de narrar mis historias, me di cuenta que sin proponérmelo me había embarcado en el Reto Bradbury, ese que propone escribir un relato a la semana, durante un año, bajo la premisa de que es imposible escribir cincuenta y dos relatos malos. Al menos, alguno bueno habrá, pero en cualquier caso, como todo, la práctica constante llevará a la maestría.
Algo que desees añadir…
Que todo este proceso, mi primera autoedición, me ha motivado para recuperar aquellos cuentos que tenía almacenados en una copia del disco duro de mi ordenador, esperando ser publicados en algún momento. Creo que ahora sí, ese momento está más cerca que nunca.
Últimamente nos gusta cerrar nuestras entrevistas con una pequeña batería de frases que requieren una respuesta muy breve, ¡vamos a ello!
Tu principal fuente de inspiración es… la vida misma, lo que nos pasa en el día a día.
Para llamar a las musas nada como… tener una disciplina para que nos encuentren siempre trabajando.
Tu lugar preferido para escribir… mi escritorio de casa.
¿Prefieres el día o la noche?, ¿el silencio o algún sonido de fondo? El día, con alguna música de fondo, a bajo volumen, y mayormente instrumental.
¿Libro electrónico o libro en papel? En papel y mejor si es comprado en una librería física.
¿Alguna superstición? Más que superstición, una manía: establecer a mi gusto los formatos del editor de textos.
Un sueño como escritor/a… Ver mis libros a la venta en las librerías en las que compran mis amigos.
Tu escritor/a favorito/a… Mario Vargas Llosa.
Un personaje literario que te cautivara especialmente… el de “La insignia”, cuento de Julio Ramón Ribeyro, a cuyo anodino personaje le empiezan a pasar situaciones extrañas a raíz de encontrar una insignia de plata en un basural.
La novela que te hizo llorar… “La distancia que nos separa”, de mi contemporáneo Renato Cisneros, autoficción en el que novela la relación con su padre.
Por último, nos gustaría conocerte un poquito mejor, ¿te animas a responder a nuestro apartado “muy personal”?
Tu comida favorita es… la causa limeña de mi madre (D.E.P.).
Serías capaz de insultar si… algo se sale mi control.
Tu ciudad favorita es… Bilbao para vivir, Buenos Aires para festejar.
Lo que te hace más feliz… estar con los míos, comiendo y bebiendo, compartiendo una charla divertida.
Lo que más odias de este mundo… la gente abusiva.
Una manía personal… maniático del orden y aversión a ensuciarme.
¿De qué te disfrazarías en una fiesta de disfraces?... de Robert Smith, el líder de The Cure (lo hice para mi cuarenta cumpleaños).
Ahora mismo estás leyendo... “Le dedico mi silencio”, la última novela (literal) de Mario Vargas Llosa.
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