Pequeña biografía que te interese destacar:
No se… a lo mejor soy una persona excesivamente intransigente con este sistema en el cual nos ha tocado convivir, siendo al mismo tiempo plenamente consciente de la relativa suerte de hacerlo en el lugar del que soy en comparativa a la gran mayoría de países que tienen verdaderos problemas simplemente para sobrevivir. Desde que tengo uso de razón he dedicado mi vida (y seguiré haciéndolo) a tratar de vivir en un mundo fuera del organigrama establecido, luchando incesantemente y con no pocas vicisitudes, ayudando a construir ese otro universo paralelo al que solo puedes acceder como agrupación de los de “tu cuerda”, siempre, por supuesto, con el máximo respeto, aunque con el inevitable menosprecio hacia las falsas imposiciones de los sin escrúpulos “genera pastas” y “destruye almas”.
¿Cómo definirías en un máximo de cinco líneas de que trata tu libro y por qué deben comprarlo los lectores?
Bueno… el libro es básicamente una novela de disparatadas aventuras con grandes dosis de humor ácido y antisistema, que tiene por protagonistas a una “trole” de veteranos motoristas de valores inquebrantables, y que debido a sus anómalos comportamientos y el particular modo de enfrentar los acontecimientos acaban liando un “guirigay” de tres pares. Todo ello y como protagonista estelar el graciosillo devenir, que se lo pasa teta complicando las cosas de continuo. ¿Que por qué deberían comprarlo los lectores?… Pues hombre… el que se preste a leer algo inusual por el tipo de ambiente en el cual se desarrollan los acontecimientos, rompiendo los tan interesados tópicos sobre motoristas, tan defenestrados por la desinformación conveniente… pues… ¡Dale caña colega! Siento lo del máximo de cinco líneas… es que lo de las normas… Huy, acabo de añadir otras dos. ¡Ejem. Glups!
¿Cuál es el principal objetivo que te planteaste con la escritura de esta obra?
Creo que por mi afición desde muy chaval a la lectura, y no encontrar ni un solo libro que hiciera referencia a nuestro particular “mundillo” habiendo conocido a tantísima gente que lo sustenta y lo vive de veras. También había leído un montón de “chorradas”sobre nuestra causa con ese punto de vista tan estereotipado y enfrascado en el tarro “socio-inlógico” con la etiqueta de: “bandas de motoristas y demás fauna”. Y también en parte, creo… por meter un poco de “caña” a todos esos homínidos que dirigen el “cotarro” y se están cargando el planeta entero.
¿Qué es para ti ser escritor? ¿Te cuesta utilizar esta palabra para definirte?
Desde luego, no me considero escritor respecto a lo que esa loable palabra abarca en su totalidad, puedo definirme como; aficionado, escalando incluso algún peldaño de más para describirme.
¿Qué ha sido lo más bonito y lo más difícil de todo el proceso de autoedición?
Lo más bonito sin duda el decidirme por fin a terminar el libro que muchos años atrás comencé, y que lo tenía relegado en el cajón de las irrelevancias, con la ilusión de que quizá algún día lo terminase para perplejidad y desasosiego de los escritores de verdad. Lo más difícil, el problema de contextualizarlo todo de una manera inteligible para los posibles lectores, y la dificultad añadida de ser el primer libro que escribo, y con la particularidad de la anómala manera de hacerlo.
¿Les aconsejarías a otros escritores que se embarcaran en la aventura de la autoedición?
Bajo mi humilde opinión, hoy por hoy, creo que es la única manera de poder editar una ilusión sin caer en el círculo “copernical” de los mareadores profesionales que te realizarán una complicada y dolorosa autopsia con el ingrato fin de rebuscar algún oculto beneficio entre tus vísceras escrupulosamente diseccionadas, descartando de raíz tu propia ilusión y tu maltrecho ente.
¿Cuál ha sido tu experiencia con Rubric?
Hasta el momento; cordial, amabilísima, ágil y profesionalmente muy correcta. Desde luego no podría haber parido a la criatura sin su estimable y participativa ayuda. He aprendido mucho y por el momento son mis favoritos en el caso de volver a embarcarme en otra aventura, como en principio, es mi intención.
¿Qué sentiste cuando tuviste el libro en tus manos?
Pues pensé: ¡Joder… al final lo hice! Después de tanto tiempo lo acabé. Estoy motivado.
¿Algún consejo para escritores que están empezando?
¡Consejos no vendo, pues para mí no tengo!... Bueno en serio, soy partidario de luchar hasta el fin por una ilusión que te llene satisfactoriamente. Solo existe un camino en esta vida, el que tú escoges. Si no te tiras a la piscina, llegará la fría noche y te pillará helado, con cara de pasmad@ y con el bañador de licra “marcapaquetes” y “paquetas”. Adelante, disfruta del salto, márcate una pirueta estrafalaria. Y si no hay agua… pues tranquil@, algún día lloverá la hostia.
Algo que desees añadir…
Hay más dolor invertido en no haber ido, que en haberlo intentado y no haber llegado.
¡AURRERA!
Últimamente nos gusta cerrar nuestras entrevistas con una pequeña batería de frases que requieren una respuesta breve, ¡vamos a ello!
Tu principal fuente de motivación es… Los cristalinos chorros de la catarata de la broma que es la vida.
Para llamar a las musas nada como… La bocina de la sinceridad, afinada con el tono del respeto.
Tu lugar preferido para escribir… La cabaña de madera, con el fuego encendido, unas “birras” bien fresquitas, la moto en el salón y la buena música en “flotosa” armonía meneando sus volátiles caderas en el ambiente… ¡Jo, jo! ¡Sería la hostia!
¿Prefieres el día o la noche?, ¿el silencio o algún sonido de fondo?
El día para rodar, y la noche para recordar… El agradable silencio de algún maravilloso sonido de fondo.
¿Libro electrónico o libro de papel? ¿Existen los libros electrónicos?... y ¿qué hacen?… ¿te “electroencefalograman” en el mundo artificial de las controladoras tecnologías de la era del plástico? ¡La hostia!.. A ver si se os van a fundir los plomos.
¿Alguna superstición? Me da que estos tíos de los bancos no tienen alma.
Un sueño como escritor… Libertad para los oprimidos.
Tu escritor/a favorito/a… Creo que es la pregunta más difícil que me han hecho desde que me preguntaron por la espaguetización” molecular en la conjunción de dos agujeros negros. Pues no hay… Tengo cientos, como soy gran aficionado de la novela histórica, pues diré que Umberto Eco, o Manfredi, o Bernard Cornewll. No sé… Hay muchos que me gustan. Creo que no tengo “un preferido”.
Un personaje literario que te cautivara especialmente… Pues siendo yo muy crío, pero mucho, me fascinaban las novelas de TOCON, que creo que fueron junto a las grandes joyas literarias (formato cómic) los que me introdujeron en el “mundillo” de la lectura. Este, era un personaje ficticio que estaba en todas las “salsas” históricas, TOCON en las Termópilas, TOCON con Gengis Khan, TOCON en las cavernas, en el renacimiento etcétera. Creo recordar que el autor era Aldo Berti.
La novela que te hizo llorar… Pues ha habido unas pocas sí, aunque no recuerdo ahora mismo. Últimamente llorar no, pero casi con GORAZDE zona segura. Un libro cómic del periodista Joe Sacco, sobre la guerra de los Balcanes. Tiene también el de PALESTINA (entre otros) que es para “cagarse” de injusticias.
Por último, nos gustaría conocerte un poco mejor, ¿te animas a responder a nuestro apartado “muy personal”?
Pues “ándele”… ¡Échele guindas al pavo!
Tu comida favorita es… La bien cocinada y con productos de calidad. No,… tonto no soy. Además soy un poco vasco.
Serias capaz de insultar si… Tengo a la gente adecuada a mi lado, como así lo hacemos de continuo y con amor verdadero entre los colegas “de verdad”. Os quiero cabron@s...
Tu ciudad favorita es… Akrazia… si existiera.
Lo que te hace más feliz… La verdadera justicia universal.
Lo que más odias de este mundo… La incapacidad de la evolución consecuente del puto homínido de los coj…
Una manía personal… Nadar contra corriente.
¿De qué te disfrazarías en una fiesta de disfraces? De hombre invisible.
Ahora mismo qué estás leyendo… Una encuesta de la editorial rubric.es. Perdona… es una graciosidad ”sinsorga” de las mías. Estoy releyendo un viejo libro tras veintitantos años después, se llama LOS LIBERTADORES USAS, de un tal Carlos M. Ydigoras.
