Cómo enviar manuscritos a editoriales tradicionales
Has terminado tu obra y, además de la opción de la autoedición de libros, también estás pensando en hacerla llegar a editoriales de toda la vida, pero no sabes cómo. En este artículo te vamos a dar todas las claves para que sepas cómo enviar tu manuscrito a editoriales tradicionales.
Haz una buena selección entre las editoriales
No debes enviar tu manuscrito a todas las editoriales ni a cualquier editorial. El primer criterio de selección corresponde al género de tu libro. Es un error y una pérdida de tiempo enviar una novela de humor a una editorial especializada en el género de terror, o una obra de adultos a una que solo publica juvenil. El criterio para ese filtro es sencillo: mira entre tus libros o ve a librerías y fíjate en obras similares a la tuya, y anota a qué editoriales pertenecen para dirigirte solo a ellas.
Ten en cuenta que incluso los grupos editoriales están especializando a determinadas editoriales para publicaciones específicas. Como este es un mercado ahora cambiante, toma un tiempo en verificar que contactas con las editoriales adecuadas y afines a lo que has escrito.
Importa qué obra envías y también cómo la envías. Presencia, informe de lectura y corrección ortotipográfica
No envíes directamente tu manuscrito a las editoriales, y menos aún en papel. Te ahorrarás tiempo y esfuerzo (y dinero), y evitarás causar una primera mala impresión. Lo correcto es escribir primero solicitando permiso para el envío del manuscrito, y como mucho adjuntar un resumen o una breve sinopsis que describa de qué va nuestro libro y por qué es interesante para la editorial publicarlo. Será entonces la editorial la que te lo pida. Quizá solicite el manuscrito completo, un capítulo o una parte; pero el hecho de que ellos den su permiso supone ya un acercamiento y una mínima garantía de que se van a interesar por el contenido.
En estos casos, la redacción de una buena sinopsis es muy útil, ya que va a marcar la diferencia entre suscitar interés en la editorial o que nuestro trabajo pase desapercibido. También lo podemos reforzar con una valoración externa o con un buen informe profesional de lectura. Hay profesionales y empresas que se encargan de esta labor, que en principio pueden servir para tener una visión de nuestra propia obra y saber si necesita revisión o presenta algún defecto que debamos resolver. A veces las editoriales pueden desestimar un manuscrito por esos pequeños detalles que no permiten convencer plenamente para publicarlo, y ya no digamos si está mal presentada, es incompleta o contiene errores. De ahí la importancia de que tu texto haya pasado, como mínimo, una corrección ortotipográfica. Cuanto más cuidada se envía una obra, más posibilidades tendrá de ser aceptada.
A quién enviamos nuestro manuscrito, posibles respuestas y la opción de la autoedición
Siempre es también un punto a favor poder dirigirse en la editorial a alguien conocido, es una información que podemos conseguir en las redes, a través de conocidos o de empresas especializadas. Sea como sea, verificar al menos que la dirección de correo electrónico es la adecuada, está vigente y va dirigida al departamento editorial que corresponde. Acompaña esa primera comunicación con tu currículum literario, si lo tienes. Si no, preséntate como alguien que se inicia con toda la ilusión del mucho y muchas ideas, y con la sensación de proyección para escribir y publicar futuras obras. En caso de que ya tengas alguna experiencia en el mundo literario, indica tu experiencia en talleres, cursos, participación positiva en certámenes…, todo suma. Pero siempre de una manera ordenada y equilibrada, y poniendo de manifiesto que crees en tu obra y que crees en ti. No escribas tampoco una extensa y elaborada carta de presentación ni un currículum desmedido, hazlo todo en su justa proporción, y en un tono cordial y neutro.
Puedes contactar con todas las editoriales que quieras. Y cuando lo hayas hecho, sigue escribiendo, no te quedes esperando una llamada de teléfono o que respondan a tu email. Porque, si esa comunicación llega, pueden pasar años. Por otro lado, desconfía de las editoriales que te responden enseguida (a veces en un tiempo en el que es imposible que se la hayan leído con la debida atención) diciendo que el libro les ha parecido maravilloso y que lo quieren publicar. En estos casos, al final acaban pidiendo dinero, exigen contratar algún servicio, vender un número de libros…, o sencillamente apropiarse de los derechos de tu libro para que tú mismo los vendas sin nada a cambio. Si esto te ocurre, basta que lo rechaces y te centres en insistir. Hay muy buenas editoriales tradicionales, grandes o pequeñas, en las que puede tener cabida tu obra. El trabajo, la ilusión y la constancia son valores que tarde o temprano obtienen su fruto.
Y si no tienes ganas de esperar a la posibilidad de que una editorial tradicional se interese por tu manuscrito, siempre puedes pasar a la acción y decantarte por la autoedición profesional. De esta manera empezarás a cumplir tus sueños y objetivos. No tienes por qué esperar. Contáctanos y lo hablamos.