De la autoedición al éxito
Muchos autores pueden pensar que la autoedición es un fenómeno moderno, propio del siglo XXI y de los avances de la tecnología. No es así, ni autoeditarse es nuevo ni es un recurso final cuando ya no disponemos de otras opciones.
Quien autoedita, en primer lugar cree en uno mismo por encima de todo. Y, por supuesto, cree en su obra. Supone la decisión y la valentía de apostar por nuestro futuro literario a corto, medio y largo plazo, y que nuestros escritos no queden relegados ni al olvido ni a la indiferencia. Lo que todo autor quiere es compartir sus textos con los lectores, y la autoedición supone un camino rápido, seguro y efectivo por alcanzar lo que soñamos. ¿Es imprescindible esperar a que otros decidan si somos publicados?; muchas veces, además, sin participar en el proceso. Autoeditar un libro es decidir que uno asume un máximo control sobre la creación de su libro, además de mantener todos los derechos, beneficios y ventajas.
En la historia de la Literatura han sido muchos los autores que autoeditaron; ellos también creían en sí mismos y apostaban por sus obras; genuinos emprendedores y triunfadores que pasado el tiempo, algunos siglos después, están considerados como relevantes figuras y se han convertido en referentes y clásicos de la Literatura Universal.
En este artículo te invitamos a que conozcas algunos:
Charles Dickens
Todos conocemos la obra Cuento de navidad, una de las narraciones más famosas que nos transmite la esencia del espíritu navideño, con su destacado personaje el señor Scrooge. Según el portal “Curistoria”, Dickens desestimó la oferta económica de una editorial porque estaba convencido de que lograría mejores beneficios si él mismo la autoeditaba. Y tuvo razón, al finalizar el año 1843 se habían superado las seis mil copias en ventas, y un año más tarde se alcanzó la séptima edición. Y hoy es todo un clásico conocido en todo el mundo por varias generaciones de lectores.
Virginia Woolf
Algunos de sus libros, entre los que se encuentran Las olas, La señora Dalloway, Una habitación propia…, se editaron con el sello que la propia Virginia Woolf había creado. La editorial se llamó Hogarth Press y fue fundada por Virginia y por su marido Leonard Woolf.
Edgard Allan Poe
Otro de los escritores más importantes. Con 18 años publicó su primera obra Tamerlán y otros poemas. De 40 páginas, este libro salió a la luz porque el joven autor se hizo cargo del pago de la publicación con sus propios fondos. Poe tuvo una trayectoria literaria complicada y difícil, igual que miles de escritores, pero nunca cesó en lo que era su pasión. Ahora su trabajo es reconocido mundialmente, y no hemos de olvidar que todo empezó con un breve poemario que se autoeditó.
En próximos artículos nos iremos acercando a otros escritores que creyeron en sí mismos apostando por la autoedición. Si tienes interés en publicar un libro, te invitamos a visitar la página en la que te explicamos cómo es autoeditar con Rubric. Editamos ilusiones.
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